martes, 2 de septiembre de 2008

Población de Pisco a un año del terremoto


“Todo empezó mientras yo miraba la televisión, todo se comenzó a mover y sólo salí corriendo para ver a mi familia, porque yo no me encontraba en casa” fue lo que dijo José Napa Lévano de 31 años quien es padre de familia y vive en el barrio de La Alameda en Pisco. Cuenta que a un año del fatídico terremoto que azotó el sur del Perú no han recibido el respaldo del Gobierno.

Tal es así, que el bono de 6 mil soles que algunos sectores de Pisco han recibido, aun no llega a La Alameda. Cientos de pobladores llenan de quejas los micrófonos de cuanto periodista va a la ciudad aun devastada y amablemente los hacen ingresar en sus hogares, módulos donados por las distintas organizaciones internacionales.

Una vecina de José Napa nos cuenta que el módulo donde ella vive actualmente se está deteriorando y las paredes tienen huecos desde el momento en que armaron su vivienda. Estas donaciones fueron hechas por la ONG turca Kimse Yok Mu y los vecinos de la Alameda están dando muchas quejas al respecto.

Asimismo, la población de Pisco está desesperanzada y en casi total desacuerdo con el Gobierno de Alan García, se sienten olvidados y hasta salieron a marchar pacíficamente el 15 de agosto del 2008 en memoria de los cientos de muertos del terremoto del año pasado.

Sin embargo, pese a que la marcha fue pacífica, miembros de la Policía montada estuvieron en la plaza de armas de Pisco para resguardar la seguridad, lo que fue una ofensa para el pueblo.

Tras la destrucción de la mayoría de iglesias y templos de la región, la población pisqueña no ha dejado de mantener viva su fe, realizando misas al aire libre y saliendo en procesión para recordar a algún santo.

Después de toda esta tragedia, los pisqueños han decidido no rendirse ante la adversidad y luchar por ellos mismos, se han propuesto salir adelante por sus propios medios y no esperar nada por parte del Gobierno. Han decidido hacer el nuevo Pisco.